Cuando os propongo un reportaje newborn lifestyle, muchos de vosotros no sabéis muy bien a qué me refiero por eso he querido dedicar este post a este tipo de sesiones. ¡Comenzamos!
Cuando empecé a tomarles fotos a los recién nacidos, en mi estudio de Pilar de la Horadada, empezó también poco a poco una inquietud por la búsqueda de unas imágenes más naturales. Unas imágenes que pasado un tiempo sigan teniendo vigencia, que nos recuerden cómo fue nuestro bebé sin demasiados artificios. Que nadie se lleve a equívoco que esto no es una crítica de nada. ¡Dios me libre a mi de juzgar el trabajo de ningún compañero! Me encantan las fotografías de posing y reconozco el gran trabajo técnico y personal que hay detrás de cada una de esas imágenes tan bonitas que vemos de bebés dormilones a diario. Lo que pasa es que yo soy muy cabezona y cuando no me encuentro a gusto haciendo algo, pues ¡se me nota! Se me nota en mi actitud, se me nota en la forma en cómo lo afronto y se me nota sobre todo en lo tensa que puedo llegar a ponerme durante la sesión. Y, amigos míos, cuando eso ocurre, creo que lo mejor es dejarlo pasar… y así lo hice. Empecé entonces a buscar una alternativa para cubrir ese hueco que iba a dejar y llegué entonces a lo que se llama “fotografía lifestyle”. ¡Y reconozco que fue un descubrimiento maravilloso al que me subí y del que no me quiero bajar!
Vayamos por partes. Una fotografía lifestyle es una imagen que está en la línea de lo documental. Son imágenes diáfanas, principalmente limpias y en las que una edición en blanco y negro le aporta un enfoque muy chulo, aunque eso no significa que no utilicemos el color. ¡Cuestión de gustos!
Es una toma natural, sin demasiados posados (aunque en algunos momentos si que tiene un poco de dirección), que intenta captar los instantes de la vida cotidiana del sujeto que fotografiamos, por tanto, estas sesiones se llevan a cabo en el domicilio de la familia. Cuando esta disciplina la llevamos a los reportajes de recién nacido lo que mostramos es básicamente, las primeras semanas de vida del bebé en su casa, que al final es su entorno. Allí es donde recibe cariño, allí es donde le cuidan, donde duerme, donde le quitan la caca y le dejan el culete limpio, donde mamá lo abraza contra su pecho y sigue escuchando esos latidos que tan bien conoce. Allí es donde VIVE. Hay algo más natural que retratar la vida en si? (qué bonito me ha quedado eso, no? 😉)
Me gusta mucho este enfoque porque dejamos constancia de muchas cosas. Cuando los años pasen y miremos esas fotos recordaremos cómo nos comportábamos nosotros con ellos. Lo inseguros que estábamos, el brillo de nuestros ojos al mirarles. La ilusión de tenerles por fin en casa, las expectativas que, irremediablemente, siempre ponemos en ellos y el enorme orgullo de sabernos padres.
En las familias en las que ya hay hermanitos mayores, son ellos los que, en la mayoría de las ocasiones, nos regalan las instantáneas más emocionantes porque a los mayores nos cuesta más pero a ellos os aseguro que se les olvida en cinco minutos que hay una señora o un señor por casa con una cámara colgada al cuello. Y cuando eso pasa… ¡ay señor! ¡Aparece la magia!
Así que ya sabéis, si vais a tener un bebé pronto y os apetece hacerle una sesión diferente, apostad por el lifestyle, que yo estaré encantada de ser vuestra fotógrafa. Os dejo aquí abajo la promo que tengo para octubre y noviembre y como siempre os deseo, toda la felicidad del mundo. Namasté
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