Siempre, siempre, siempre que decidimos hacernos una sesión de fotos nos viene la misma pregunta a la cabeza. No falla. Ya puedes tener los años que tengas, ya puedes haber contratado una sesión de fotos niños, de familia, de embarazo o de mascotas. La pregunta del millón es siempre aquella de “¿Qué ropa nos llevamos para las fotos? ¿Cómo visto a los críos? ¿Vamos todos iguales? ¿Qué nos ponemos? ¿Pantalón vaquero y camisa blanca?”. (A esto último os contesto ya, rotundamente NOOOOOOOOOOOO. Evolucionemos, hermanos, que si los seres que inicialmente poblaron la Tierra hubieran pensado así, ni Darwin ni nosotros habríamos hecho carrera).
En fin, como siempre les digo a mis clientes en las conversaciones previas a sus sesiones, yo no me considero una persona a la que le guste decidir por los demás. Me gusta que aparezcáis tal y como sois, sin disfraces de ningún tipo porque al final, esas cosas nos hacen parecer poco naturales. Así que a menos que sea una sesión especial, en la que queramos construir una imagen en base a un resultado específico, con un decorado x y un vestuario también x haremos, básicamente, lo que nos de la gana. Sin embargo, lo que si haré siempre es daros unos consejos que puedan ayudaros a elegir vosotros mismos cómo queréis aparecer en esas imágenes.
. Punto número 1: Es super importante crear una armonía con el entorno en el que se va a llevar a cabo la sesión de fotos. No es lo mismo “inmortalizarse” en una playa que en un paisaje rural, o en incluso en un ambiente urbano, de igual manera que tampoco es lo mismo ir a cualquiera de esos sitios pero a diferentes horas o en las diferentes estaciones del año. Por tanto, siempre que vayamos a hacer una sesión en exteriores tendremos en cuenta el lugar al que iremos y la hora (sobre la hora de tomar fotos escribiré algo próximamente) para saber qué llevarnos. A ver, me explico. Si nos vamos a un paraje campestre debemos pensar que de entrada nos encontraremos con elementos de diferentes tonalidades de verdes, amarillos y marrones. El azul del cielo que no se olvide tampoco , que también es un color que al darnos la luz nos reflejará y quizá vosotros no lo veáis pero yo tengo el ojo muy entrenado y SI, lo veo. Así que, elegiremos colores que combinen y compensen con estos. Pues por ejemplo siempre os digo que los tonos naturales quedan fenomenal. Los beiges, los tierra, los camel… pero también los colores pastel quedan muy bien. Y si quisiéramos llevar a esas imágenes un toque de energía lo ideal sería incluir azul marino, rojo oscuro, coral…
. Punto número 2: “¡Ay qué guay! Venga pues cada uno que vaya de cada madre y así no nos equivocamos”. ¡Errorrrrrrrrrr! No, por favor. Ni uniformes ni como pollos sin cabeza. Todos los sujetos que aparezcan en la imagen deben tener una armonía global tanto con el entorno como entre si mismos. Y esto, no es nada difícil. Creedme, os lo aseguro. Son muchos años asesorando a familias.
. Punto número 3: Fuera mensajes y marcas grandes. Si quieren publi que se la paguen ellos, ¿no? 😉 Evitaremos a toda costa ropa en la que aparezcan grandes mensajes o marcas fácilmente reconocibles porque cuando miremos esa foto después, inevitablemente la vista se nos va a ir hacia ahí y entonces nuestra atención se dispersará. Siempre os pongo el mismo ejemplo pero es q es el más verídico que tengo. A mi hijo le encantan las camisetas que ponen “Hacker” o “Skate” y cuanto más grande mejor y de verdad que os aseguro que no tengo nada contra el señor Hacker ni contra el señor Skate pero es que… no es bonito.
. Punto número 4: Los estampados, los hijos pródigos de la moda. Los estampados son muy bonitos pero por lo general a las ópticas de las cámaras no les gustan mucho. Y claro, ellas están ahí tan tranquilas, tan en su sitio, preparadas para empezar a trabajar y llegas tú con esas flores grandes o con esos (maravillosos) cuadros escoces y pasa lo que tiene que pasar. Que se enfadan y distorsionan. ¡Y ponte tu a discutir con una lente con los suyas que son ellas para sus cosas! Nada, nada, tiempo perdido. Por eso, si has pensado en llevar algo así para tu sesión de fotos y todavía estoy a tiempo de hacerte cambiar de idea, ¡perfecto! Pero si no, pues te pido, por favorcito, que sean lo más pequeños posibles. Cuadros, flores, puntos, corazones, anclas, cocodrilos… todo eso son estampados. Y las rayas también lo son. Y aquí te voy a dar un consejo que no está sacado de ningún libro sino que es lo que yo llamo un consejo de vieja y que tiene más razón que un santo. Las rayas en horizontal engordan así que si vas a ponerte unas rayas, ¡que sean en vertical!
Os dejo unos ejemplos de paletas de colores para que os ayuden a tomar vuestras próximas decisiones de colorido en vestuario. Aunque ya sabéis que yo siempre estaré encantada de atenderos en mi estudio fotográfico en Pilar de la Horadada para asesoraros en lo que necesitéis. Namasté.
NOTA: Las imágenes de las paletas de colores son de Pinterest
Deja una respuesta